19 enero 2014

Retorno a "The Time of the Doctor"

No me ha gustado: visceralmente no me ha gustado.
Sí, lo admito: esto lo decía yo hace apenas 9 días; sólo hay que echar un vistazo a la entrada inmediatamente anterior y a las pestes que soltaba del episodio.

Semana y media después, y tras haber vuelto a ver The Time of the Doctor en el bonito evento "Una tarde con el Doctor" que se organizó ayer en el Bharma (y en el que también recuperamos El Mundo Imperfecto -debo una crítica y llegará muy pronto- y The Five(ish) Doctors Reboot), debo reconsiderar mi opinión. En el segundo visionado, mi percepción del episodio se ha visto profundamente alterada. Apenas me ha chocado nada de aquella "falta de ritmo" que noté la primera vez: hay un ritmo, un ritmo distinto y más lento, acorde a la melancolía que impregna el episodio. Pero no se debe a una torpeza por parte de los autores, el guionista Steven Moffat o el director Jamie Payne: es, creo, totalmente voluntaria y, ahora creo, bien elegida para la historia que pretenden contar. Estuve atento desde el inicio para tratar de encontrar ese momento de desajuste, ese instante en que los pasos prometedores de la primera parte de la historia se desvanecían en una falta de horizonte o sentido narrativo; no lo he sabido detectar.

The Time of the Doctor fluye desde una típica aventura hasta algo distinto, pero algo, en el fondo, bello. Es cierto que pasan grandes cosas en las que el Doctor no actua (o apenas intuímos que lo haga), pero el capítulo es, en el fondo, una historia sobre la vejez. Clara le pide al Doctor que por una vez sea egoísta y piense en él, se marche y se salve, y siga viviendo; pero es posible que el Doctor, por una vez, esté siendo egoísta y, pensando en él, tenga lo que siempre se ha negado. Pertenecer a un sitio y abrazarlo para siempre como su hogar; cualquiera pensaría que "sólo se vive una vez" invita a la aventura y a buscar el riesgo, pero para quien ha tenido de eso a diario durante 1200 años... esa última vez puede ser la oportunidad de parar, seguir siendo fiel a sus principios (tanto al defensor como a ese juguetero que vimos en El Doctor, la Viuda y el Armario), llegar hasta el final con esos pequeños triunfos que son salvar cada pequeña vida en su camino y permanecer lo más cerca a casa, a Gallifrey, que se atreve.

En cierta forma, The Time of the Doctor es arte y ensayo. Es belleza. Su aventura se resume en ese sello del consejo robado en The Five Doctors y ese nuevo ciclo regenerativo, pero su filosofía está plasmada en ese pavo asado en los vientos del tiempo, en esa anciana que recuerda la primera vez que vio a su amado y las lágrimas de Clara, y sobre todo en ese amanecer, breve y fugaz, que le recuerda al Doctor por qué lucha, que el universo es hermoso y que todo tiene un final.

No acaba de convencerme del todo como está hecho. Sigue sobrándome narración y me falta algo de narrativa. No diré que es el mejor especial de navidad, la mejor regeneración de un Doctor o el mejor final posible para el Undécimo. Ni siquiera que haya sido un gran capítulo 800. Pero sí digo que me equivoqué: afirmo ahora que hay belleza en The Time of the Doctor y que no es en balde, y que en esa belleza pequeña de la pequeña acción, ese carpe diem piano, pianissimo, sí que hay una parte de la esencia del Doctor.

No el Doctor que queríamos, quizás no el que necesitábamos. Pero sí uno que ha estado ahí al menos desde los tiempos dorados de Cameca y de lo que aquel Primer Doctor de The Aztecs (1964), pudiendo haber abandonado, conservó.

1 comentario:

PEDROM dijo...

Me alegro que te haya terminado gustando más. Yo la verdad que, al margen de si como conclusión a las tramas de la era del Undécimo funciona más o menos, cada vez veo más acertado el haber contado al fin la historia de un Doctor que como dices se quede de verdad en un sitio. Y creo que esto hubiera funcionado tanto si hubiera habido regeneración al final como si no, y hubiera sido un episodio más de la serie en el que se inventarían un deus ex machina de última hora para "rejuvenecer" al personaje.

Tiene gracia y me parece muy acertada la mención a Cameca, serial que precisamente me acabo de ver hace nada... xD